Nuestra historia
Comenzamos con la visión compartida de Don Nacho y su esposa, la señora Coya. Juntos, emprendieron un viaje para convertir lo que antes era una tradicional picada de hombres en un lugar donde la familia era bienvenida. La señora Coya aportó su toque especial, infundiendo el ambiente con calidez y hospitalidad. Este matrimonio visionario cambió el curso del local, introduciendo una dimensión familiar que ha perdurado a lo largo de los años.
Un Canto de Tradición y Compañerismo.
El nombre de “Los Buenos Muchachos” se remonta a un capítulo especial de la historia: un grupo unido de trabajadores de la Empresa de Transporte Colectivo (ETC) que encontraron un refugio en nuestro local. Era un lugar donde no solo compartían experiencias laborales, sino donde también se gestaba un espíritu de camaradería, expresado en un himno cantaban: “…somos los buenos muchachos y nadie lo puede negar…”.
En el corazón de LBM.
Don Nacho no solo era el responsable de la deliciosa elaboración de nuestras pichangas, sino también el custodio meticuloso de la gestión financiera. Su dedicación personal en cada detalle de las pichangas creó un estándar inigualable de calidad, donde cada bocado contaba una historia de esmero y pasión. Pero su compromiso no se limitaba solo a la cocina; también se extendía al equilibrio financiero del establecimiento.
En la década de los 70…
Dimos un paso audaz hacia la innovación. Complementando la tradicional picada, se erigió un nuevo restaurante que iba más allá de la exquisitez culinaria. Este espacio no solo ofrecía sabores deliciosos, sino que también brindaba una experiencia completa. El escenario cobró vida con emocionantes shows y orquestas, convirtiéndose en el epicentro de la diversión y la alegría. Este capítulo marcó el inicio de una era en la que “Los Buenos Muchachos” no solo te invitaba a deleitarte con sus exquisitas propuestas gastronómicas, sino también a sumergirte en un mundo de entretenimiento inigualable.
Los Años 80: El Progreso con un Toque de Melancolía
El fulgurante éxito del nuevo restaurante y las crecientes demandas del mercado trajeron consigo una decisión trascendental: sacrificar la tradicional picada en pos del progreso. Esta elección, aunque impulsada por la evolución y el dinamismo del negocio, no estuvo exenta de dificultades. Los antiguos muros que encerraban décadas de romanticismo y memorable historia se vieron afectados por este cambio. La decisión, inevitable para mantenerse a la vanguardia, llevó consigo un toque de melancolía. A pesar de despedirse de aquella picada impregnada de nostalgia, LBM se mantuvo firme en su compromiso con la innovación y la adaptación, preservando así su legado en cada nueva etapa.
Hoy por hoy somos mucho más que un restaurant.
En la actualidad, “Los Buenos Muchachos” se erige como un restaurante de alto nivel que ha trascendido fronteras sociales y se ha convertido en un símbolo chileno. En sus mesas, se entrelazan historias de distinción, desde la presencia del presidente de la república hasta la visita del más humilde de los obreros. Partimos en los años 60 como una humilde una picada tradicional, actualmente nos hemos convertido en un punto de referencia a nivel nacional.
La mejor comida chilena
Nuestro equipo está listo para brindarte un servicio excepcional, ya sea que estés planeando una cena íntima, una reunión de amigos o una ocasión especial.
